Relatos Travestis Valencia: Isabelly Dior en Palma de Mallorca: caña, caña y más caña.
Autor: badmotor2008
Salgo del ascensor y se abre la puerta. Isabelly se esconde tras la misma. Nada más entrar, la cierra y la veo ante mí. Dos besos de bienvenida. El contraste de luz entre el rellano de la escalera y el piso hace que no vea con claridad. Mis pupilas se acostumbran al bajo nivel de luz según nos desplazamos al cuarto.
“Te veo ligera de ropa”... digo al comprobar que me recibe únicamente con botas altas. Es decir, está en pelotas. “Claro. Esto es lo que te gusta a ti”... responde agarrándose la polla. “A chupar”... me suelta. Tiro mi mochila al suelo y me arrodillo. En cuanto abro la boca me la enchufa. Experimento el placer de sentir como crece en mi boca. Huelo su cuerpo mientras chupo. Delicioso. Alcanza una erección total en segundos. Sus manos cogen mi cabeza y la empujan contra su cuerpo. “Venga, trágatela toda”... ordena. Lo hago encantado. “Quítate la ropa”... nueva orden. Me quito la chaqueta, la sudadera y la camiseta. Tiro de los zapatos sin desatar los cordones y me saco los pantalones. Actúo con celeridad. Quiero su polla otra vez en mi boca. Isabelly se masturba mientras me desvisto. Apoya su culo sobre un mueble camilla sin dejar de meneársela. (Qué morbazo. Y qué buenorra está)... pienso para mí. Me agacho y sigo comiendo. “Hasta el fondo”... escucho. Rápidamente se incorpora y sacude con fuerza aguantando mi cabeza entre sus manos. “Así”... dice mientras provoca mis primeros lagrimeos. “Quítate el resto de ropa y túmbate en la cama”... añade. Lo hago y ella acerca su pollón para que siga comiendo. No hay respiro. Siento su capullo en el fondo de mi garganta. Sale de mi boca y muestra el sable totalmente embadurnado en saliva. Largo. Muy duro. Escupe en mi cara y vuelve a meterlo. Más sacudidas. “Me voy a follar este culo”... suelta aclarando sus intenciones. (Como si no lo supiera)... pienso yo. “Quítame las botas”... escucho mientras acomoda su espalda en el cabecero de la cama. Desabrocho la cremallera de su bota derecha. Se la quito y comienza un juego lascivo con su pie. Lo lleva hasta mi boca y va metiendo sus dedos uno a uno. Me los como con devoción. Ella agarra mi polla y masturba. Coloca su pie sobre mi pecho y frota sus dedos con mis pezones. Le quito su bota izquierda. Ahora tiene total libertad de movimientos. Nos tumbamos sobre el colchón. Adoptamos una postura que podría derivar en un 69. Pero no. Yo trago pollón e Isabelly trabaja mi zona trasera con sus finos dedos. Los introduce en mi culo haciéndome casi delirar. Con su otra mano me masturba. Se coloca de rodillas sobre la cama dándome la espalda y mostrando culazo. Empuja su polla hacia atrás haciéndola asomar entre sus piernas. (Dilema. ¿Qué me como ahora?)... pienso brevemente. Gana su polla. Aunque al estar tiesa tiende a irse hacia delante, la atrapo entre mis labios y succiono. Escucho sus gemidos. La postura es muy morbosa. Acaricio con mis dedos los alrededores de su agujero. No puedo contenerme y hago lo mismo con mi lengua. Abro sus nalgas y meto lengua. Me encanta el contacto de su piel rosada en la punta de mi lengua. Isabelly jadea con mi beso negro. Se da la vuelta y me tumba en la cama. Aprisiona mi cabeza entre sus muslos y me la clava. Me folla la boca con más ímpetu todavía. No hay manera de ofrecer resistencia en esta postura. Relajo mis músculos y trago pollón. Me siento “usado” y me gusta.
“Ahora verás”... escucho mientras busca condones y lubricante. Su asalto será cara a cara. Cojín en la parte baja de mi espalda, condón, crema y, finalmente, pollón. Empuja con decisión y va entrando. Pero lo hace con dificultades. Sale y añade lubricante. Vuelve a entrar, ahora sin problemas. “Ya la tienes toda”... me dice. Se echa literalmente sobre mí. Sus preciosos pechos se apoyan sobre mis pezones. Y su polla alcanza profundidad máxima. Empieza el festival. Agarra mi polla y embiste con furia. Siento alguna molestia pero no me importa. Me encanta verme penetrado por un bellezón como ella. Abre mis piernas con sus manos y taladra con intensidad. “A cuatro patas”... escucho y obedezco. Ella se pone de pie en un lado de la cama. Acerco mi culo hasta ella, nuevo condón y para dentro. Arqueo mi espalda, elevo bien mi culo y siento como me atraviesa. Clava sus uñas en mis glúteos y embiste con fuerza. La follada es intensa. Sobre todo, muy profunda. Me duele y al mismo tiempo me mola. Cambiamos de posición. Se coloca boca arriba apoyando su espalda en el cabecero de la cama. Pollón apuntando al cielo. “Fóllate tú”... me dice. Subo, apunto y me dejo caer mirando hacia ella. Subo y vuelvo a bajar, sintiendo únicamente placer en la nueva postura. Ella me masturba. Pellizca mis pezones y me vuelve loco. No puede evitarlo y embiste. Quiere follarme incluso en esta postura. “Sal y túmbate. Aguanta que voy a follarte bien”... me dice. (Vienen curvas)... pienso. Me la clava de nuevo por detrás. Se tumba encima mío dejándome en postura de sumisión total. Muerdo almohada y vuelvo a sentir pinchazos con sus embestidas. Quiere partirme en dos. Sale y se cambia el condón. Me coloca boca arriba y vuelve a follarme de frente, alternando escupitajos con pellizcos en mis pezones. Menuda caña reparte.
Sale y me conduce al baño. Señala hacia abajo para que me arrodille en la bañera. Ella se queda fuera, de pie. “Póntela dura”... ordena. Me la casco con su pollón delante de mi cara. Ella no se toca. Se acerca más. Se concentra y no dice nada. Parece que quiere darme algo. No puedo evitarlo y meto su polla en mi boca, volviéndosela a poner dura. Aunque no de manera continua, empieza a mearme. Su lluvia es muy caliente. Abro la boca al máximo. Su sabor es intenso. Muy salado. Atrapo su polla con mis labios, haciéndola crecer de nuevo. La lluvia cesa. Me separo y vuelve a llover. El juego cerdete se repite varias veces, excitándome tanto que dejo de cascármela para no descargar. “Bueno. Te daré otra cosa”... escucho. “Cualquier cosa que me des, me va a gustar”... añado. Empieza a meneársela y observo la escena desde abajo. Nada más excitante que la visión de una amazona en busca de su orgasmo. Sube la intensidad de sus movimientos y empieza a jadear. “Chúpame por ahí abajo”... me dice. Coloco mi lengua su zona sensible y lamo. Meto sus pelotas en mi boca. Jadea y chilla. Siento el calor de su leche depositándose en mi lengua. Se estremece y sigue escupiendo leche. Me la trago sin desperdiciar una gota. La encuentro deliciosa. Aunque la situación me pone a mil, controlo el orgasmo. Me excita tanto verla así que quiero prestarle toda mi atención. Cuando deja de chillar, relamo su negra polla. Saco mi lengua y golpea contra ella una y otra vez. La introduzco en mi boca y succiono. Sigue dura. La combinación de saliva, leche y polla dura es maravillosa. Sigo mamando un buen rato. “Córrete”... suelta en cuanto recupera el conocimiento. Lo hace con tono autoritario. Me la casco y miro hacia arriba. Admiro sus perfectos pechos. Su cara de vicio me encanta. “Córrete”... vuelve a decir. Escupe en mi cara varias veces. “Venga, córrete”... repite. Se agacha y coloca su cara frente a la mía. Retuerce mis pezones y escupe en mi boca mientras me masturbo. Su actitud en plan ama me fascina. Pellizca mis pezones con presión. “Más”... pido excitado. Y ella sube la presión sobre mis pezones. Pero en ese momento dolor significa placer. Más dolor, más placer. Exploto entre temblores. Bestial.
Así fue nuestro intenso sexto encuentro que tuvo lugar ayer sábado al final de la mañana en el centro de Palma. Rápido en la sucesión de los hechos. Apenas había entrado en el piso y ya estaba de rodillas comiendo polla. Su recibimiento en pelotas anticipaba una sesión sin preliminares. Una vez más, Isabelly se sale. Sigue conquistándome sesión a sesión. En cuanto a mí, no estuve a la altura de anteriores encuentros. Mi culo andaba desentrenado y tuve problemas encajando sus folladas. Inteligente como es, se dio cuenta y bajó una marcha. Eso sí, solo una. Me acordaré de ella unos días.
Tras la intensidad del sexo, disfruté de su agradable conversación tumbados en la cama. Isabelly en plan dulce. Ahí pude deleitarme con su exótica belleza de manera calmada. Su mirada profunda. Me gusta todo de esta chica. Toda una mujer, aunque mucho más que eso. Ninguna mujer me ha dado un sexo como el suyo.
Added on May 31, 2017 at 12:00 am